Las escenas 360º se basan en una reconstrucción en 3D sobre una fotografía real que sirve de referencia y como base sobre la que se irán colocando los distintos modelos reconstruidos. El primer paso a nivel técnico se centra en la toma de fotografías 360º de todas las localizaciones mediante la técnica de HDR, que permite conseguir fotografías con mayor rango dinámico, es decir, blancos más claros y negros más oscuros, consiguiendo así una mayor definición y calidad en el resultado. Por otra parte, la fotogrametría es una técnica que se basa en construir un modelo 3D a partir de una serie de fotografías de ese espacio. En este caso se han tomado pocas fotografías para acelerar el proceso ya que solo se necesitaba un modelo básico para utilizar de referencia en el espacio 3D, es decir, tener un modelo 3D de partida que encaje con las fotografías 360º para poder combinar las fotografías reales con los distintos modelos en 3D.